Poema escrito por Calímaco en el siglo III a. C. donde se narra el mito de la ofrenda hecha por Berenice II de Egipto, que cortó su hermosa cabellera y la dejó en el templo de Venus, de donde desapareció para convertirse en una constelación de siete estrellas descubierta por el astrónomo y matemático Conon de Samos.
"Y a fin de que yo, la hermosa melena de Berenice, apareciese fija en el cielo brillando para los humanos en medio de innumerables astros, Cipris me colocó, como nueva estrella, en el antiguo coro de los astros. (Calímaco)"